Asqueada de aquellos que se creen ungidos solo porque son aplaudidos por quienes aspiran a las migajas de su poder.
Cansada de que no se mire a los ojos de quienes son traicionados.
Dolida por tener que defenderme del zarpazo de los poderosos que solo saben destruir, matar, violar, manipular.
Un poco sola porque me faltan demasiados.
Frustrada por no saber cual es la mejor solución cuando no encontramos el camino para seguir. Rabiosa por quienes te insultan impunemente y aun pretenden que les des las gracias.
Grande, aunque solo sea por joder a quienes me quieren pequeña.
Pero sobre todo convencida de seguir intentando que la sonrisa de quienes tratan de hacer de este mundo un sitio mejor, siga iluminando el camino. Quisiera dar con la palabra justa que caliente su alma e insufle la energía necesaria que se vuelvan a levantar cada vez.
Pero sé que una palabra nunca bastó para sanar a nadie.