martes, 12 de febrero de 2019

Lenguas viejas

Nuestro idioma es ya una lengua muerta,
enterrémosla.
Que no sea para las liturgias,
que no le sirva a los viejos para la nostalgia.
Está muerta, hagamos otra nueva,
empezando por escuchar e imitar creando,
como cuando éramos niños,
como hará mañana tu hija.

No quiero ser una hora en tu noche,
un orgasmo seco y duro.
Prefiero ser una tarde larga
de paseo y palabras,
muchas palabras,
de las que acarician el alma y generan utopías.
Aunque para serte sincera,
preferiría no tener que elegir.

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